¿Cómo prevenir la parálisis del sueño?

Es de noche, por fin descansas después de un día agotador. Duermes e incluso sueñas, tal vez con que besas a Ryan Gosling y que éste te pide matrimonio. Todo bien.
De un momento a otro, aparece un duende de aspecto grotesco o un demonio hablando hebreo detrás del irresistible actor. Esto te sobresalta, despiertas abruptamente, incluso sintiendo agobio o temor, y luego piensas "¡Uff, vaya sueño tan extraño!". Entonces quieres moverte, pero... ¿No puedes? No, no puedes.

La parálisis del sueño es un fenómeno, o también llamado trastorno, bastante común. Puede manifestarse, al menos, en un par de ocasiones en la vida de cualquier individuo, aun si consta de una salud física y mental plena. No obstante, aparece con más frecuencia en personas que sufren de ansiedad, depresión, trastorno bipolar y trastorno de estrés postraumático; o que, simplemente, están muy cansadas y cuyo horario de sueño es bastante irregular. También es un síntoma de la narcolepsia y es preferible consultar a un médico si se sospecha que podría ser éste el caso.

El cansancio y el estrés juegan un rol muy importante, entre otros factores, ¿pero por qué ocurre?

La parálisis del sueño se debe a una intrusión anormal del estado REM durante la vigilia. En otras palabras: estás consciente, despierto, pero tu cerebro sigue soñando. Esto es lo que da origen a las alucinaciones características de este trastorno.

Lo curioso de esto es que, en la fase REM, el cerebro inhibe el movimiento de casi todos los músculos para prevenir lesiones, pues tendemos a querer representar nuestros sueños. De hecho, el sonambulismo es la falla de ésta inhibición.

Ahora, con la combinación de nuestra mente maquinado alucinaciones de cualquier tipo y nuestro cuerpo sin respondernos, después de una pesadilla terrible que nos perturba incluso segundos eternos después, solo queda sucumbir al pánico, ¿no? Bueno, tal vez no.

La parálisis no representa ningún peligro ni amenaza contra la vida. No se ha declarado ninguna muerte por ella y puede prevenirse.

•Corrigiendo el horario de sueño y durmiendo las horas necesarias.

•Haciendo ejercicio de tres a seis horas antes de dormir.

•Procurando no dormir boca arriba.

Pese al desconocimiento de una conexión real entre el dormir en esta postura y la parálisis, se asume que podría ser porque la lengua se va hacia la garganta y provoca un bloqueo temporal del aire. Se aconseja dormir de costado o boca abajo, para así disminuir la probabilidad de sufrir un episodio.

•Dejando de consumir bebidas que contengan cafeína antes de dormir. 

•Meditando, haciendo  ejercicios de respiración. 

•Intentando determinar si existe un factor en particular que pueda provocar la parálisis y procurar omitirlo para la próxima. 

Durante y después del episodio es importante recordar que la parálisis del sueño no mantiene ninguna relación con temas sobrenaturales, que durará un par de minutos y que es vital, para que sea más llevadero, permanecer calmado e intentar mover, poco a poco, los dedos o alguna articulación.
También se aconseja permanecer despierto una hora  después de la parálisis, pues de intentar hacerlo antes de lo estipulado, existe una probabilidad alta de que se repita. Como también se aconseja, bajo ninguna circunstancia, abrir los ojos, pues tu cerebro podría jugar contigo y bromear con algo que realmente no te haría mucha gracia.