Creo que todos estaremos de acuerdo en que, cuando salió The end of the f***ing world, todos tuvimos cierto prejuicio y dimos por sentado que sería «otra serie sobre adolescentes problemáticos, siendo incomprendidos, con canciones indie de fondo». De hecho, soy la primera en admitirlo. Y, si pensamos con detenimiento, la premisa se presta bastante: un chico que afirma ser psicópata y que odia a su padre por ser muy amable, junto con una chica con problemas adaptativos en la escuela, siendo la oveja negra hasta en su casa, se ven envueltos en una serie de líos mientras huyen para dejar atrás sus miserables vidas. Una más del montón, podría decirse. Sin embargo, demostró ser mucho más que eso.
En la primera temporada, como bien se explicó antes, dos adolescentes: James y Alyssa, nos cuentan sus vivencias.
James, un chico frío y callado que no sabe relacionarse, tuvo una infancia traumática y algo siniestra, pues, según él mismo afirma, es un psicópata. Quien tras una peculiar presentación de Alyssa; una chica muy bocona con mother issues, decide convertir a ésta en su primera víctima humana. Sí, decide planear su asesinato. Después de ciertos eventos en la vida de ambos, optan por robar el auto del padre de James y conducir sin rumbo alguno, lejos de su pueblo.
La tensión de los siguientes capítulos, ante el posible inminente homicidio de Alyssa, se ve pospuesta tras su encuentro con un profesor universitario que... ¡Wow, vaya secretos esconde y de qué forma saldrán a la luz! Complicando más las circunstancias del par adolescente.
Estrenada en octubre del 2017, con solo 8 capítulos de 20 minutos, logró callar el prejuicio y mostrarnos una trama mucho más profunda, con giros argumentales bien logrados y justificados; cálida fotografía, un desarrollo de personajes excepcional y verdaderos toques de comedia/humor negro que no caen en lo forzado ni trillado. Destacando por su grandiosa fluidez, sin escenas innecesarias y yendo directo a donde va. En fin, ¡se lucieron en la producción de esta serie!
Hace pocos días se estrenó su segunda temporada, la cual fue muy esperada desde su confirmación, ya que el final de la primera nos dejó estupefactos ante la intriga y gritándole a la pantalla el típico «¡Oh, no! ¿Qué pasará ahora? ¡Necesito respuestas!» Con el famoso tema The end of the world, de Skeeter Davis, de fondo.
En esta continuación, la cual consta de la misma duración, se aborda una nueva trama que nos posiciona dos años después de los sucesos anteriores y cómo Alyssa y James lidiaron con sus graves consecuencias, con la adición de un nuevo, e impecable, personaje: Bonnie, quien tiene asuntos pendientes con los protagonistas.
Bonnie, el nuevo personaje con un un trasfondo bastante oscuro. |
Se mantiene la fluidez, la comedia característica de la serie, esta vez se decantan más por tonos fríos y se agregan momentos entrañables, conmovedores, deprimentes e impactantes. Recalco impactantes pues, quien les escribe este artículo, recibió el susto de su vida en el penúltimo episodio. Quienes ya la vieron, sabrán a lo que me refiero.
Varios tacharon esta segunda temporada como innecesaria y, es verdad que para gustos están los colores, pero, en lo personal, la producción de The end of the f***ing world superó las expectativas, dándole un maravilloso cierre esta historia y a sus personajes. Sin duda alguna, Netflix tuvo un gran acierto en continuarla.
Como dato curioso: esta serie fue comparada, por más de una gran similitud, con la depresiva obra de Inio Asano, Oyasumi Punpun.
Quienes vieron la serie y leyeron el manga, ¿qué les parece esta comparación?
Estreno | The end of they f***ing world 2: una serie de humor negro imperdible
Reviewed by Virginia M.
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11/13/2019 04:31:00 p. m.
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