Posesiones Demoníacas: Un enfoque desde el punto de vista médico y psiquiátrico.

¿Son reales las posesiones demoníacas? ¿Acaso estamos dándole una nomenclatura espiritual a algo que realmente podría ser explicado científicamente? Pues lo cierto hasta ahora es que a lo largo de la historia sí hay evidencia de hechos paranormales que son descritos como posesiones de entidades demoníacas o demonios. Lo que no es fácil de dilucidar es que si solo ha sido una mala interpretación de algo psiquiátrico subyacente. Definir todo esto como una posesión demoníaca implica tener una visión religiosa del mundo, concibiendo que existen dioses, demonios y que por supuesto éstos tendrían la potestad de apoderarse del cuerpo de una persona y esto a la vez ser visible a través de los comportamientos que han sido catalogados como “demoníacos”.

Uno de estos casos es el de Anneliese Michel el caso de una adolescente alemana que experimentó extraños ataques que fueron diagnosticados como epilepsia, posteriormente fue hospitalizada, y sufrió episodios depresivos, que paulatinamente se fueron intensificando, hasta manifestar posteriormente signos de delirium, pues refería que hablaba con entes paranormales y expresaba que veía “caras malignas”, Anneliese entonces estaba convencida de que la medicina no la podía ayudar, cabe destacar que esto fue hace muchos años cuando aún la neurología y la psiquiatría conocían considerablemente mucho menos acerca de estos fenómenos en comparación con el tiempo actual entonces los tratamientos no eran los más adecuados.

           Existen varias patologías psiquiátricas que se comportan como lo que la iglesia establece como una posesión demoníaca, están, por ejemplo, la esquizofrenia y el trastorno de conversión, ambas podrían simular lo que conciben las iglesias como posesiones.

Por ejemplo, en el trastorno de conversión pueden evidenciarse trastornos motores, como las convulsiones, que visualmente se manifiestan como movimientos rígidos y paroxísticos, bastante dramáticos que al ser observados por muchos ajenos al campo de la medicina podrían interpretarse con bastante pavor, teniendo estos un origen neurológico y en el caso del trastorno de conversión, un origen psiquiátrico.

Además de eso, en el trastorno de conversión pueden también darse alucinaciones, lo que explica las alteraciones a nivel del comportamiento y lenguaje de los poseídos, se observa también afonía (pérdida total o parcial de la capacidad de emitir sonidos) cuando ésta es parcial, la voz se torna ronca, como se observa en los poseídos. Los esquizofrénicos pueden tornarse auto-agresivos o heteroagresivos depende de con lo que alucinen, es decir, pueden auto-lastimarse o lastimar a los demás, al igual que las personas con trastorno de conversión.

 El delirium en los poseídos, refiriéndose a entes diabólicos a su alrededor podría relacionarse con el hecho de que la mayoría de las personas que han estado implicada en posesiones demoníacas a lo largo de la historia han tenido alguna vez algún tipo de relación con la iglesia católica, o pertenecen a familias asiduamente religiosas, estar expuesto a ambientes donde se menciona con frecuencia al demonio, ésto tiene bastante influencia en personas que podrían ser susceptibles y al mismo tiempo atemorizadas con esto, mediante un reforzamiento negativo relacionado con su comportamiento, por un sentimiento de culpa. Anneliese mencionaba en sus sesiones de exorcismo a Baphomet, Nerón y otros demonios, es preciso entender que antes de todo esto, ella sabía quiénes eran estos personajes ya sea por haber leído acerca de ellos o estar en un ambiente donde se les mencionase. 

Anneliese; su familia era una familia católica conservadora.

La catatonia también se evidencia en las posesiones como en estas entidades, siendo más patognomónica de la esquizofrenia en algunos casos específicos, se puede observar mediante manierismos, raras gesticulaciones, inmovilidad, estupor, flexibilidad cérea (dejarse mover por otros y quedarse en esa posición), muecas, ecopraxia (repetición involuntaria o imitación de los movimientos observados de otra persona) entre otros muchos síntomas motores que denotan ser atípicos en un individuo mentalmente sano.

Es importante entender que pueden manifestarse varios trastornos mentales al mismo tiempo, lo que la gente ha llamado por años posesión, podrían ser simplemente cuadros clínicos que tienen la cualidad de mimetizarse siendo sólo enfermedades mentales ya sea aisladamente o en combinación según el caso, ya que individualmente no todas las posesiones han sido iguales, ni tampoco las enfermedades suelen manifestarse de la misma forma en todos los individuos, algunos síntomas son más notorios o son expresados más que otros que quizás podrían estar ausentes.

Lo bueno con respecto al trastorno de conversión es que tiene un curso limitado y es de duración corta generalmente, su origen se debe a una serie de multi-factores relacionados con hechos que impactan sobre la psique de quien lo padece, someterse a niveles intensos de estrés, duelos no superados, entre otros hechos. Es de buen pronóstico si se trata y aunque suele recidivar, tiene cura lo que hace que al menos por sí mismo, cuando se presenta de forma única, tiene un final feliz.

¿Pero y que pasa con los exorcismos? ¿Cómo es que la iglesia católica cuando ha intervenido en algunas de estas posesiones ha logrado ayudar a “resolver” el problema en ciertas ocasiones? Partiendo desde la idea de que existe un delirium, esto significa que quien padece esto está realmente convencido de una idea de forma inconsciente o subconsciente, y si ésta persona dentro de sí está convencida que son los demonios quienes le afectan y no reales problemas de su vida, lógicamente por padecer una susceptibilidad mental como lo es un delirium, sentirán estar curados ante la presencia de un ente celestial/religioso que contrarreste su idea delirante del ente “maligno” que le acecha. Los delirios son de curso agudo y también son reversibles.  Una persona con delirium tiene una idea incrustada en su subconsciente, puede pensar que por ejemplo no necesita el aire para vivir, y aunque respire, su idea dentro de su subconsciente va a ganar siempre, es por eso que es algo patológico, aunque tengan la realidad frente a sus ojos van a ganar las ideas inmersas en sus confundidas mentes. Esto podría explicar lo obsesionada que Anneliese estaba con ser exorcizada, mostrándose desesperadamente insistente a pesar de que fue rechazada varias veces por la iglesia. 

¿Por qué actualmente no vemos casos de posesiones con la misma frecuencia que en siglos pasados? Muchos de estos casos antiguos no extrañarían de ser objeto de tergiversación, el poco conocimiento de algunas enfermedades mentales, y de la ciencia en general, era la combinación perfecta para crear toda clase de hipótesis, hoy en día estamos en una era de la información donde ahora es mucho más fácil estudiar minuciosamente los hechos relacionados a lo paranormal y descartar que puede ser compatible con nuestro sentido de lógica y que no lo es.

Con este artículo no se pretende convencer al lector de que no existen las posesiones demoníacas, éste artículo es solo un manifiesto desde un punto de vista médico y que encamina a entender, porqué la psiquiatría es capaz de valorar, y resolver este tipo de casos cuando son presentados a quienes están envueltos en ella, en el caso de Anneliese Michel sus padres y los curas alrededor de ella fueron demandados por el personal médico por negligencia e incumplimiento del tratamiento médico, lo que llevo a Anneliese a la muerte por abandono e inanición.