Dale Schroeder: ¡El hombre que ahorró toda su vida para pagarle la universidad a 33 desconocidos!

Mientras normalmente las personas trabajan duro para poder costearse gustos y metas personales, hay muy pocos casos donde la persona prefiere tener un estilo de vida más sencillo sin aferrarse a las cosas materiales, ya que se enfocan más en las cosas simples de la vida, además de querer dar al otro sin esperar nada a cambio ni como una obligación. Dale Schroeder es uno de esos casos que muestran lo generosa que puede ser una persona si realmente le nace.

Este hombre, fallecido en el año 2005, trabajó como carpintero 67 años para la empresa Moehl Millwork en  Des Moines, Iowa. Siempre vivió de forma sencilla y humilde; sólo tenía dos pantalones, uno para el trabajo y otro para ir a la iglesia.  Nunca se casó ni llegó a tener hijos, por lo que no tenía descendientes vivos al momento de su muerte.

Antes de fallecer, Schroeder habló con su abogado para definir qué pasaría con los ahorros de su vida al fallecer. Él decidió ayudar a jóvenes sin recursos a pagar sus estudios universitarios. Su abogado quedó en shock cuando le dijo que su pequeña fortuna era de unos 3 millones de dólares.

Lo que incentivó a Schroeder a tomar esta decisión fue el haber nacido en una familia pobre y no haber podido tener dinero para estudiar en la universidad, por lo que quería ayudar a jóvenes de su misma ciudad con una situación similar a poder cumplir ese sueño. Fue así como después de su muerte, su abogado se mantuvo en la tarea de ayudar a varios jóvenes, durando 14 años en esto, siendo a mediados de este año cuando la cuenta de Schroeder finalmente quedó vacía, logrando la meta de 33 jóvenes ayudados, de los cuales una es terapeuta, varios son doctores y también educadores.

Hoy en día, la gratitud de estos jóvenes a aquel desconocido y generoso hombre que logró ayudarlos a cumplir su sueño es tal que ahora se hacen llamar "los niños de Dale" para referirse como los beneficiados por su gesto. Además, estos este año se reunieron con el fin de homenajear su memoria contándose entre ellos cómo ha cambiado su vida gracias al regalo de Dale. Lo único que el abogado les pidió es que paguen ese regalo no devolviendo el dinero porque Schroeder ya no está, pero que sí lo recuerden y lo emulen. Es casi seguro que lo que hizo este hombre por ellos permanecerá siempre en sus memorias.