D. B. Cooper: Secuestró un avión, saltó del avión y desapareció.

D. B. Cooper es el nombre dado al hombre sin identificar que en 1971 secuestró un Boeing 727, pidió (y recibió) un rescate de 200 000 dólares (que equivaldrían a 1 180 000 dólares en el 2016) y saltó en paracaídas de la aeronave a un destino desconocido.

Cooper fue buscado intensamento por el FBI pero nunca se descubrió quién fue y el caso permanece como el único caso de piratería aérea sin resolver en la historia.

El 24 de noviembre de 1971, un hombre  que se indentificó a si mismo como "Dan Cooper" abordó el vuelo 305 desde Portland a Seattle. Cooper se sentó en la parte trasera del avión, testigos lo describieron como un hombre de 40 años, entre 178 y 180 centímetros de altura con una gabardina negra, traje oscuro, camisa blanca, corbata negra y un alfiler de corbata de madreperla.

A poco tiempo de haber despegado Cooper le entregó una nota a Florence Schaffner, la aeromoza más cercana a él, Schaffner supuso que la nota contenía el número telefónio de Cooper por lo que la guardó sin verla, Cooper se le acercó y suspiró "Señorita, es mejor que vea la nota, tengo una bomba."

Schaffner comentó que Cooper le dijo que se sentara a su lado lo que hizo y este abrió el maletín lo suficiente como para que Schaffner pudiese ver ocho cilindros rojos, cables y una batería. Al cerrar el maletín, él dictó sus demandas: 200 000 dólares sin marcar, cuatro paracaídas y un camión de gasolina esperando en Seattle para rellenar el avión al aterrizar. Schaffner le pasó las instrucciones a los pilotos en la cabina de mando, el piloto contactó a  control de tráfico aéreo quienes informaron a las autoridades locales y federales. El presidente de la aerolínea autorizó el pago del rescate y le ordenó a todos los empleadosa cooperar con Cooper.

Aunque las órdenes fueron billetes sin marcar, agentes del FBI decidieron usar billetes impresos principalmente en 1969 y con números de serie que empezaban en "L" emitidos por el Banco de la Reserva Federal de San Francisco, además pasaron los billetes por un dispositivo Recordak para crear una fotografía en microfilm de cada uno para grabar sus número de serie. Le ofrecieron paracaídas militares pero Cooper los rechazó puesto que había pedido específicamente paracaídas civiles.

A las 5:24 de la tarde se le informó a Cooper que todos sus requisitos habían sido cumplidos y a las 5:39 el avión aterrizó.

Cooper le ordenó al pilotó que llevara el avión a una parte desolada de la psta y que apagara las luces de la cabina para evitar francotiradores de la policía. Un empleado de la aerolínea le entregó los 200 000 dólares y los paracaídas, fue entonces que Cooper liberó a los pasajeros y a Schaffner pero retuvo al piloto William Scott, la azafata Tina Mucklow el primer oficial Bob Rataczak y al ingeniero de vuelo H.E. Anderson.

El avión volvería a despegar a las 7:40 PM luego de una orden de Cooper donde volarían rumbo a México, D. F. pero luego cambiarían la ruta. Cooper además ordenó a Scott que despresurizara la cabina para que se evitara una salida violenta de aire.

Luego del despegue Cooper le pidió a Mucklow, quien estaba sentada junto a él que se fuera a la cabina de mando y se quedara ahí. Antes de llegar a la cabina la aeromoza vio que Cooper había amarrado algo a su cintura luego enb la cabina la tripulación vio una luz intermitente indicando que Cooper intentaba abrir la puerta trasera de la aeronave, Scott le preguntó por el interfono si había algo más que pudieran hacer pero Cooper respondió que no.

Al momento la tripulación notó que Cooper había abierto la puerta trasera y que había saltado del avión, esa fue la última vez que se supo de él.

El FBI mantuvo una investigación por 45 años aunque la evidencia señala que es probable que Cooper nunca sobreviviera la caída.