La falsa concepción social de la Demencia y La Locura: Diferencias que existen entre éstas entidades nosológicas.

Una palabra a la cual se le da muy mal uso en la sociedad es a la palabra demente generalmente la gente lo utiliza como un calificativo peyorativo o descalificativo para indicar o referirse a una persona que tiene algún problema mental, pero refiriéndose con esto esencialmente a la Locura y no a un problema cognitivo como lo sería realmente cuando se habla de un demente propiamente dicho, es decir que muchas personas utilizan la palabra demencia como un sinónimo de locura, y aunque  estén estrechamente relacionadas no son lo mismo.

Primero que nada, la demencia es una alteración mental, sí y la locura también, pero una afecta a la parte cognitiva del cerebro y la locura afecta a la razón. 

La Demencia es una alteración mental inherente a lo que implique el entendimiento o cognición, es decir: La inteligencia, la memoria, la capacidad de aprendizaje, la capacidad de cálculo, la capacidad de abstracción (reducir los componentes fundamentales de información de un fenómeno para conservar sus rasgos más relevantes), la capacidad para el lenguaje, pero no tiene nada que ver con la locura, ya que la locura, es un tipo de alteración mental que afecta el juicio, la razón y las emociones y ya esto es otro espectro de funciones cerebrales que implican otras áreas y otros mecanismos en el cerebro.

El cerebro es el órgano que integra todas las funciones del organismo y las regula, sin embargo, hay que entender que su funcionamiento a nivel conductual se dicotomiza en dos tipos de funciones, las inherentes a la cognición, y las que tienen que ver con la razón, como se mencionó anteriormente.

 La demencia suele afectar a personas mayores generalmente, aunque no es excluyente que existan algunos jóvenes que tengan demencia de aparición temprana, esto no es lo más frecuente, las enfermedades psiquiátricas que vulgarmente se les denomina como "locura", pueden tener su origen a cualquier edad a partir de la pubertad.

 Un demente podría tener la capacidad de juicio indemne teniendo obviamente la parte cognitiva deteriorada, por otro lado una persona con una enfermedad mental (Que no fuese demencia, sino del espectro relacionado con la razón) tendría su capacidad intelectual o cognitiva completamente sana, y de hecho generalmente es así, mayormente las enfermedades mentales que implican deterioro del juicio como la esquizofrenia conservan la capacidad intelectual. Tambien podrían encontrarse casos donde por ejemplo un individuo podría tener demencia y locura simultáneamente, pero hay que entender que cada una de ellas tiene orígenes diferentes.

 La demencia se debe a una falla orgánica cerebral o también podría decirse que es la consecuencia directa de esta falla orgánica, se debe por tanto a un daño visible, o estructuralmente puntualizado en un área determinada del cerebro, lo fundamental es que afecte la capacidad intelectual, generalmente se conoce la causa, que puede ser genética, cardiovascular (Eventos cerebrovasculares), traumática (Traumatismos Craneoencefálicos), o tóxica.

Cuando no se conoce una causa orgánica, se habla de una demencia inespecífica, pero se evidencia y diagnostica la demencia en una persona por la observación y la corroboración de una afectación cognitiva, por cambios neurológicos que se evidencian clínicamente como; convulsiones, perdida de la visión, falta de equilibrio, trastornos de la marcha, incapacidad para comunicarse, etc.

En la demencia por Alzheimer existe una pérdida del tejido cerebral por atrofia (El tejido disminuye su tamaño, y se puede evidenciar en estudios de neuroimagen)

La demencia por tanto son un conjunto de enfermedades neurológicas y la “locura”, es una calificación del vulgo o una denominación coloquial que la sociedad estableció para referirse a diversas enfermedades psiquiátricas.

Las alteraciones cognitivas que están presentes en la demencia son:

Acalculia: Incapacidad para la lógica y el cálculo.

Afasia: Incapacidad para la comunicación y o comprensión del lenguaje.

Agnosia: Incapacidad para percibir estímulos del exterior previamente aprendidos sin que exista una falla a nivel del órgano, por ejemplo; la vista, el defecto es a nivel neurológico y no a nivel del ojo.

Agrafia: Incapacidad para escribir.

Alexia: Incapacidad para leer.

Amnesia: Incapacidad para recordar a corto, mediano, o largo plazo. Incapacidad para almacenar retrospectivamente o prospectivamente información, puede ser total o parcial.

Anosognosia: Incapacidad para reconocer que se tiene una enfermedad.

Apraxia: Incapacidad para llevar a cabo movimientos previamente aprendidos.

En la apraxia las personas pierden la capacidad para realizar acciones aprendidas como vestirse, lo hacen con poca precisión o de forma inadecuada.

Disartria: Incapacidad para la articulación de las palabras.

Entendiendo todo esto ya podemos entender porque estamos equivocados al llamar demente a un supuesto “loco” porque éste (si se tratase de un paciente con enfermedad psiquiátrica no demencial) no necesariamente ha de tener un déficit cognitivo sino que solo estaría afectado a nivel del juicio y la razón.

La razón es algo más complejo, es la capacidad humana para identificar conceptos, encontrar coherencia o contradicción entre ellos y a partir de eso hacer deducciones de los conceptos que ya conoce, establece nuevos conceptos acerca del mundo, todo basándose en la percepción de la realidad por tanto debe tener coherencia con respecto de otras premisas anteriormente presenciadas.  

La razón tiene más que ver con la forma en la cual el hombre se relaciona con el mundo, es decir que cuando ésta está afectada es que vemos las enfermedades psiquiátricas propiamente dichas, éstas son el tipo de enfermedades que afectan al estado de ánimo, al comportamiento, a la percepción, pero no son indicativo de que exista un daño neurológico subyacente, en este caso existe un daño a nivel funcional que podría ser por un desequilibrio a nivel de neurotransmisores, de receptores sinápticos o sustancias microscópicas que regulan el sistema nervioso. Todas éstas  enfermedades de indole no demencial, son aquellas que afecten la percepción como la esquizofrenia, los delirium, o a las emociones, el trastorno bipolar, la depresión, y una larga lista de patologías que no indican deficit cognitivo más sí conductual.