Maratón de la esperanza - Terry Fox.

Terrance Stanley Fox, activista canadiense, mejor conocido por el tan nombrado maratón de la esperanza en pro de recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. Este fue atacado por un osteosarcoma, poco después quedando sin pierna, debido a este tipo de cáncer, el cual en un punto lo detuvo ya que el cáncer le llego a los pulmones. Terry fue nominado como un héroe nacional en canada, debido a su perseverancia y constancia, la cual lo llevo ser una esperanza para muchos. Esperanza que se truncaron cuando falleció, sin haber podido llegar a cumplir los veintitrés años de edad. Fue el atleta canadiense más destacado y llego a ser nombrado como la personalidad con mayor influencia en ese entonces, tras su fallecimiento se les otorgo su nombre a numerosos edificios, parques y carreras, entre ellas una llamada; La carrera Terry Fox, la cual se inicia anualmente en numerosos países, en la cual se recauda fondos, para continuar con la cura contra en cáncer.

Terry Fox era extremadamente competitivo, cuando se proponía algo hacia cualquier cosa para lograr el mayor resultado, quizás fue esto, que podemos llamar “perseverancia” lo que lo llevo ser una leyenda para muchos. Un apasionado innato del baloncesto. De pequeño no era el mejor jugador de baloncesto, pero fue lo que lo impulso a seguir entrenando para mejorar y lograr su objetivo, el cual era entrar al equipo, y en el duodécimo grado recibió el premio de “Atleta del año” en la secundaria.

En el año 1976 mientras conducía, tuvo un fuerte choque el cual acabo con su auto, debido a esto meses más tarde empezó a sentir un fuerte dolor en la rodilla de su pierna derecha, prestando poca atención lo dejo pasar, pero poco después no pudo soportar, cuando fue a chequearse le diagnosticaron;  osteosarcoma, la cual se suele diagnosticar cerca de la rodilla, tristemente a causa de este, tuvieron que amputarle la pierna, sustituyéndola con una pierna artificial provisional. Esto causo un fuerte shock en él, por ser activista, pero para ese entonces fue lo que lo motivo a seguir con las recaudaciones para la investigación contra el cáncer. No hubo que o quien lo detuviera, sentía que debía su vida a los avances médicos, empezó a alentar a las personas que pasaban por una circunstancia similar irradiando esperanza.

«Pronto me di cuenta de que “el tratamiento” sólo sería la mitad de mi misión, porque en los dieciséis meses durante los cuales me sometí a la terrible experiencia de la quimioterapia, física y emocionalmente agotadora, me vi duramente sacudido por las sensaciones que me rodeaban y pervivían en la clínica de cáncer. Contemplé rostros que exhibían sonrisas valientes y otros que habían renunciado a sonreír. Presencié sentimientos de negación esperanzada y sentimientos de desesperación. Mi misión no sería egoísta. No podía irme de ahí sabiendo que esos rostros y sentimientos seguirían existiendo, aun cuando yo estuviera libre de mi cáncer. El sufrimiento tiene que detenerse en algún lugar... y yo estaba decidido a llegar al límite por esta causa»

Terry Fox.

Y Concluyo así su carta:

«Necesitamos vuestra ayuda. Las personas que se encuentran en las clínicas para el cáncer en todo el mundo necesitan gente que crea en los milagros. No soy un soñador, y no digo que con esto promoveré algún tipo de respuesta o cura definitivas para el cáncer. Pero creo en los milagros. Tengo que hacerlo»